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Fracturas por estrés

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Fracturas por estrés

Fracturas por Estrés y su Relación con el Tratamiento de Fisioterapia

Las fracturas por estrés son lesiones óseas que a menudo pasan desapercibidas pero pueden tener un impacto significativo en los atletas y en la población en general. Estas fracturas se desarrollan debido a la acumulación gradual de tensiones repetitivas en un hueso, y aunque son más comunes en deportistas, también pueden afectar a personas que realizan actividades físicas intensas o que tienen malos hábitos de entrenamiento. En este artículo, exploraremos qué son las fracturas por estrés, cómo se producen, cómo se diagnostican, las estadísticas relacionadas con su incidencia en el deporte y la población en general, los principales tratamientos, la función crucial de la fisioterapia en la recuperación y el pronóstico para la vuelta a la competición.

¿Qué Son las Fracturas por Estrés?

Las fracturas por estrés son pequeñas fisuras en el hueso que se desarrollan gradualmente debido a la aplicación repetitiva de fuerzas de carga, sin tiempo suficiente para que el hueso se recupere completamente entre cada carga. Estas fracturas son diferentes de las fracturas traumáticas agudas, que ocurren debido a una fuerza repentina y excesiva en el hueso. Las fracturas por estrés se clasifican como fracturas por fatiga o fracturas insuficiencia.

  • Fracturas por Fatiga: Ocurren en huesos normales que se someten a un estrés excesivo y repetitivo. Un ejemplo común es la fractura por estrés en la tibia de los corredores debido a la repetida tensión en esta área.

  • Fracturas por Insuficiencia: Ocurren en huesos anormalmente debilitados, como en personas con osteoporosis o que han sido sometidas a radioterapia. Estas fracturas pueden producirse con menos tensión en comparación con los huesos normales.

¿Cómo se Producen las Fracturas por Estrés?

Las fracturas por estrés suelen ser el resultado de una combinación de factores, que incluyen:

  • Sobrecarga Repetitiva: Participar en actividades que implican movimientos repetitivos y de alto impacto, como correr, saltar o bailar, puede ejercer una tensión constante en ciertas áreas del cuerpo.

  • Cambios en la Superficie o el Equipo: Correr en superficies duras, usar calzado inadecuado o equipos deportivos que no absorben adecuadamente el impacto pueden aumentar el riesgo de fracturas por estrés.

  • Cambios en la Intensidad o la Duración: Aumentar repentinamente la intensidad o la duración de una actividad física puede aumentar el estrés en los huesos antes de que tengan tiempo de adaptarse.

  • Factores Biomecánicos y Anatómicos: La biomecánica deficiente o problemas estructurales en los pies, las piernas o la columna pueden aumentar el riesgo de fracturas por estrés.

¿Cómo se Diagnostican las Fracturas por Estrés?

El diagnóstico temprano y preciso de las fracturas por estrés es fundamental para una recuperación exitosa. Los síntomas comunes incluyen dolor localizado, inflamación y sensibilidad en el área afectada. Sin embargo, estos síntomas pueden ser similares a otras afecciones musculoesqueléticas, lo que hace que el diagnóstico sea un desafío.

El proceso de diagnóstico puede incluir:

  • Historial Clínico: El médico recopilará información sobre la historia de actividad física del paciente, síntomas y cualquier factor de riesgo.

  • Examen Físico: Se realizará un examen físico para evaluar el área afectada y buscar signos de inflamación, sensibilidad y debilidad.

  • Pruebas de Imagen: Las pruebas de imagen, como radiografías, resonancias magnéticas o gammagrafía ósea, pueden ser necesarias para confirmar la presencia de una fractura por estrés.

  • Pruebas de Laboratorio: En algunos casos, se pueden realizar análisis de sangre para descartar otras afecciones que puedan contribuir al dolor óseo.

Estadísticas en el Deporte y la Población en General

Las fracturas por estrés son una preocupación significativa en el ámbito deportivo y afectan a una variedad de deportes. A continuación, algunas estadísticas que arrojan luz sobre su prevalencia:

  • Corredores: Las fracturas por estrés en la tibia y el peroné son comunes en corredores de larga distancia y atletas de pista y campo. Representan alrededor del 10-15% de todas las lesiones en corredores.

  • Bailarines: Los bailarines, especialmente aquellos que realizan movimientos repetitivos de alto impacto, tienen un riesgo aumentado de fracturas por estrés en pies, tobillos y piernas.

  • Militares: En el ámbito militar, las fracturas por estrés son una preocupación importante, ya que los soldados a menudo realizan actividades físicas intensas durante entrenamientos y despliegues.

  • Población en General: Las fracturas por estrés también pueden afectar a personas que participan en actividades físicas de ocio o que tienen trabajos que implican movimiento repetitivo. En la población general, estas fracturas pueden ocurrir en cualquier grupo de edad.

Principales Tratamientos

El tratamiento de las fracturas por estrés depende de la gravedad de la lesión y puede incluir:

  • Reposo: Detener la actividad que causa la fractura por estrés es esencial para permitir la curación. Esto a veces implica el uso de muletas o dispositivos ortopédicos para aliviar la carga en el hueso afectado.

  • Hielo y Antiinflamatorios: El uso de hielo y medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor.

  • Modificación de la Actividad: Una vez que el dolor disminuye, se puede permitir una reintroducción gradual de la actividad, con énfasis en la corrección de cualquier problema biomecánico subyacente.

  • Fisioterapia: La fisioterapia juega un papel crucial en el tratamiento de las fracturas por estrés. Los fisioterapeutas pueden utilizar una variedad de técnicas, como ejercicios de fortalecimiento, estiramientos, terapia manual y modalidades de tratamiento, para acelerar la recuperación y prevenir futuras lesiones.

  • Calzado y Ortesis: Se pueden recomendar cambios en el calzado y el uso de ortesis para ayudar a redistribuir la carga y reducir la tensión en el hueso afectado.

  • Cirugía: En casos graves o cuando las fracturas por estrés no responden al tratamiento conservador, puede ser necesaria la cirugía para estabilizar la fractura.

Tratamiento con Fisioterapia

La fisioterapia desempeña un papel esencial en el tratamiento de las fracturas por estrés, ya que puede ayudar a acelerar la curación, restaurar la fuerza y la movilidad, y prevenir recurrencias. Algunas formas en que los fisioterapeutas abordan estas lesiones incluyen:

  • Evaluación Completa: El fisioterapeuta evalúa la lesión, identifica factores contribuyentes y crea un plan de tratamiento personalizado.

  • Ejercicios de Fortalecimiento: Se prescriben ejercicios específicos para fortalecer los músculos circundantes y ayudar a soportar la carga.

  • Estiramientos: Los estiramientos ayudan a mejorar la flexibilidad y reducir la tensión en los músculos y los tejidos blandos cercanos a la fractura.

  • Técnicas Manuales: La terapia manual, como la movilización articular y la liberación miofascial, puede ayudar a aliviar la tensión y mejorar la función.

  • Modalidades de Tratamiento: Se pueden utilizar modalidades como la terapia con ultrasonido o la estimulación eléctrica para aliviar el dolor y promover la curación.

  • Educación y Prevención: Los fisioterapeutas educan a los pacientes sobre la prevención de futuras fracturas por estrés, incluida la corrección de problemas biomecánicos y la modificación de la técnica de entrenamiento.

Pronóstico para la Vuelta a la Competición

El pronóstico para la vuelta a la competición después de una fractura por estrés depende de varios factores, incluida la gravedad de la lesión, el cumplimiento del tratamiento y las medidas de prevención tomadas. En general, las fracturas por estrés suelen requerir un período de reposo significativo seguido de rehabilitación con fisioterapia.

La vuelta a la competición debe ser gradual y supervisada por un equipo médico y de fisioterapeutas. Es importante que el atleta comprenda las modificaciones necesarias en la técnica y el entrenamiento para reducir el riesgo de recurrencia.

En conclusión, las fracturas por estrés son lesiones óseas que pueden afectar a atletas y a la población en general debido a la tensión repetitiva en los huesos. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, que incluya fisioterapia, son esenciales para una recuperación exitosa y la vuelta a la actividad física. La prevención y la educación sobre la técnica y el entrenamiento adecuados son claves para evitar futuras fracturas por estrés. La colaboración entre médicos y fisioterapeutas es fundamental para brindar la atención más completa y eficaz a quienes padecen estas lesiones.

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